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Muchas veces he oído a líderes de negocios expresar grandes elogios a un compañero o empleado clave. A todos nos gusta ser valorados y apreciados, sobre todo cuando son para los que trabajamos o nuestros compañeros que dan las palabras de aliento. Pero no hace mucho me quedé impresionado por los comentarios que me hizo un camarero en una conferencia que se estaba llevando a cabo.
Este camarero entendiendo que yo dirigía el evento, esperó por una oportunidad de acercarse a mí y ofrecer sus cumplidos para uno de nuestros invitados. Este camarero señaló a Denise, una maestra y empresaria talentosa, que estaba cerca. Había venido como invitada nuestra. Volviéndose hacia mí, el camarero dijo: "Si Denise está involucrada en su evento, estaré estoy impresionado."
Continuó diciendo, "Denise es de una hechura de clase y gran maestra. A nuestra gente le encanta trabajar con ella, porque los trata muy bien."
Curiosamente, Denise es conocida mundialmente por su visión para los negocios, sin embargo, ella se había tomado un tiempo demostrando interés y preocupación por los servidores del hotel. En lugar de ostentar su posición y exigir respeto de ellos, se había convertido en una servidora de los servidores.
En su perspicaz libro, De Bueno A Grande Jim Collins presenta los resultados de un estudio que encargó acerca de las empresas de alto rendimiento. Uno de los distintivos que se encuentran en que cada empresa fue que "buena para los grandes líderes" mostrando altos niveles de determinación. Pero hubo un segundo rasgo común, – la humildad. Él escribe:
"…(Estos) líderes canalizar sus necesidades de ego lejos de sí mismos y con el objetivo más amplio de la construcción de una gran empresa … su ambición es, ante todo para la institución, no para ellos mismos."
Más adelante en el libro de Collins señala: "Aquellos que trabajaron con los líderes de buenos a grandes, usaron continuamente palabras como tranquilo, humilde, modesto, reservado, tímido, amable, afable, discreto …" Dicho de otro modo, según el autor, estos líderes eran "al parecer gente común que calladamente producen resultados extraordinarios."
Esto presenta un contraste notable con los célebres ejecutivos muy publicitados de los cuales leemos, escuchamos y vemos en los medios de comunicación de hoy. Los "lideres de buenos a grandes" del equipo de Collins estudiaron y entendieron que al parecer cayeron en la trampa al ser atrapados en su propio egoísmo. En el Nuevo Testamento, se lee en la Biblia de esta manera: "…No piense de sí más allá delo que debe, sino más bien piense en sí mismo con moderación…" (Romanos 12:3).
Jesucristo, cuya vida ha sido el máximo ejemplo de humildad para incontables millones en todo el mundo, nos se enseña en Mateo 23:12 "Porque cualquiera que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
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BENDICIONES. HERMANO GENARO
